Las guardianas de Cap Rocat
Nadie nos observa en este rincón secreto, nadie sabe que estamos, que existimos, ni qué hacemos.
Solo nosotros, el mar y el sol.
Accedemos a nuestro refugio por una antigua trinchera con aroma a romero y a jazmín. Hoy nos escondemos en la roca, en los puntos de vigilancia al borde de los acantilados del cabo. Sólo nosotros, el mar, y el sol.
Nuestra cama está en el centro de la habitación y vemos el mar, siempre el mar. El gran azul desde nuestra barandilla hacia el acantilado y el pequeño azul de nuestra alberca privada. Y esa luz dorada que lo inunda todo, colores suaves y tejidos naturales que nos recuerdan dónde estamos.
Nuestras habitaciones Centinela están excavadas en la roca en antiguos puntos de defensa, donde estaban escondidos los cañones. Los suelos de mármol, los muros de piedra viva y los techos de madera le confieren un carácter natural inigualable. Cuentan con un pequeño escritorio, dos butacas y una mesa en el interior. Tienen dos baños (uno con ducha y otro con bañera) con puertas de espejo para que pueda verse el mar reflejado.
Mediterráneo que nos acoges y nos abrazas. Hoy nosotros te custodiamos.
Pequeña alberca privada, hamacas, mesa y sillas. Las terrazas exteriores están al borde del acantilado para disfrutar de las vistas y las increíbles puestas de sol. Privacidad absoluta.
Capítulo 2, Dormir
El encanto de dormir en una ciudadela fortificada.
Empezando por nuestras habitaciones Doble Fortaleza hasta nuestras acogedoras Suite del Mar, todas nuestras habitaciones elevan a un nivel superior la experiencia única de dormir en una antigua fortaleza. Patios, calles, torres secretas y almenas talladas en la roca se han transformado espléndidamente en elegantes habitaciones. Han sido restauradas con el máximo cuidado y diseño refinado y ofreciendo la privacidad y el encanto que distingue el estilo exclusivo de Cap Rocat.
